abril 29, 2012

Nos mudamos....

Y sí, tengo que reconocer que esta vía de comunicación, no me resultó demasiado funcional.
Voy a intentar seguir el mismo rumbo, pero en Facebook. Si te puede interesar, hacete amigo.
Buscanos como Tribuna Celíaca Argentina, allí estaremos.
Hasta pronto
Rolando D. Gail

junio 21, 2010

Reglamentación: Cuándo, Quién y Cómo...

Me voy a referir en pocas palabras a algunos aspectos fundantes de la reglamentación de la ley celíaca Nacional, aplicables también a las otras leyes de E.C. que están en estos tiempos esperando ser reglamentadas.
¿Cuándo?
Es la primer pregunta que me viene a la cabeza...¿Cuándo debería realizarse la reglamentación? La ley Nacional establece un plazo de 90 días a contar desde la promulgación, para realizar las modificaciones que correspondan al Código Alimentario Argentino. Plazo ya largamente superado. Otras no hacen mención de plazo alguno.
En todo caso...¿No es un deber de las autoridades responsables en cada caso, reglamentar cuanto antes cualquier ley que se promulgue? ¿No sería esa una obligación indeclinable, y su concreción, una muestra elocuente de responsabilidad? Entiendo que las autoridades deberían comenzar en forma inmediata a la promulgación, con el estudio de la reglamentación. Y dado que se supone que son los más idóneos para ello, no tendrían porqué tardar demasiado.
Tal vez, las autoridades ya están trabajando en ello, pero ¿Porqué no lo sabemos nosotros? ¿No es acaso obligatoria la publicidad de los actos de gobierno? ¿No debería el P.E. decir: "Vean, hicimos esto y aquello, y estaremos haciendo esto otro y lo de más allá, en los próximos días..." ?
¿No se cubre de sospechas el P.E. cuando no comunica nada de lo que hace al respecto, y de pronto, sale a la luz que los industriales de la alimentación y los supermercadistas  (CONASE), sí han podido expresarse y hacer llegar al Min. de Salud sus "consejos" al respecto?
Nos trae esta cuestión a la segunda de las preguntas...
¿Quiénes?
¿Quiénes deberían ser consultados a la hora de reglamentar? ¿Son los industriales de la alimentación los más idóneos para determinar cuál es el límite saludable del contenido de gluten de un alimento apto para celíacos?
¿O son los profesionales médicos y los nutricionistas de nuestro País, los que conocen perfectamente qué y cuánto comemos, los que deben hacer escuchar su voz?
¿Tenemos los celíacos algo para decir al respecto?
Seguramente, y mucho. Somos los celíacos los que más hemos estudiado la realidad diaria de las connotaciones de nuestra dieta.
Somos nosotros los que debemos dar nuestra opinión, respecto a qué productos necesitamos, y cuales márgenes aceptaremos como seguros.
¿Porqué el Min. de Salud se niega a recibirnos? ¿Porqué no quiere escucharnos, y prefiere en cambio escuchar la voz de los industriales, en reuniones a puertas cerradas, que flaco favor le hacen a la transparencia de sus actos?
Esto último nos conduce a la tercera pregunta:
¿Cómo?
¿Cómo debería hacerse la reglamentación?
Entiendo que debería darse cabida a todos los actores, no a unos pocos.
Que debería hacerse mediante sesiones públicas, no privadas.
Que los profesionales de la salud, deben dejar claramente establecidos los lineamientos a los que la Industria debe subordinarse, y no al revés.
Que los técnicos de la Conal y el INAL, deben hacer valer sus conocimientos para poner en letra clara, lo que los legisladores forjaron en el espíritu de la ley, y los profesionales de la salud dejaron claramente establecido en sus informes.
Que por ser la E.C. un tema de salud pública, no puede dejarse en manos de la industria y sus intereses comerciales, la reglamentación de la ley que deberá hacer factible una mejor calidad de vida para quienes la padecen.
Entiendo que podríamos seguir haciéndonos muchas preguntas de este tipo, pero espero que el Ministerio de salud, no nos dé  tiempo para ello, haciendo públicos los pasos que está dando, y permitiendo que los celíacos, destinatarios finales de esta ley, podamos acompañar todos y cada unos de esos pasos.
Hasta la próxima.
Rolando D. Gail

mayo 31, 2010

Responsabilidad...de nuestros gobernantes

Hablábamos ayer de Responsabilidad Social Empresaria.... Hoy es un día muy adecuado para charlar un poquito, apenas, de otra responsabilidad: la de nuestros gobernantes.
A fin del año pasado, dos novedades de importancia sacudieron nuestro entorno:
Se promulgaron dos leyes, una Nacional, y la otra de la Ciudad de Buenos Aires, ambas de gran importancia por su contenido en relación a la E. C.
Hoy, varios meses más tarde, las dos leyes tienen algo en común, por sobre sus relativas diferencias:
Ambas permanecen sin reglamentar, por lo que su aplicación es por lo menos difícil, cuando no imposible.
Hoy se suma a estas dos, otra ley no menos importante: La nueva ley celíaca de la Provincia de Buenos Aires.
En realidad, una modificatoria de la ya existente, pero que nos brinda sustanciales mejoras. El Ejecutivo Provincial deberá hacerse cargo de la reglamentación de la misma.... ¿Estará predestinada a correr la misma suerte que las que le han precedido?
Es realmente vergonzosa la demora en la reglamentación de las leyes, que genera cantidad de dudas, y origina innumerables procesos judiciales por los pedidos de amparo que nos vemos obligados a presentar.
Por ejemplo: La nueva Ley Nacional, derogó la anterior, que no está más vigente.
Pero la vigencia de la nueva ley es cuestionada por no estar reglamentada.... ¿Se ha creado un vacío legal? Efectivamente, lo hay.
Los jueces deben decidir caso por caso como proceder ante las dudas que surgen en cada ocasión.
Los Legisladores, cumplieron su parte.
Los Ministros..... ¿Que esperan?
Esperemos que el Poder ejecutivo Provincial de un ejemplo, y reglamente la nueva ley sin demoras innecesarias, teniendo en cuenta no sólo la fría letra de la misma, sino también el espíritu que inspiró a nuestros legisladores, especialmente a la Senadora autora del proyecto, La Dra. Edda Acuña, a quien agradezco públicamente su gestión.
Hasta la próxima.
Rolando D. Gail

Nobleza Obliga

Un despacho muy cortito, para explicar el porqué del cambio de nombre.
Agregué "Argentina" al nombre de la tribuna, porque hoy aprendí que los celíacos de Cataluña, grandes trabajadores en este tema, editan una revista con el nombre que yo había elegido, sin saberlo.
Mis disculpas para ellos, no he querido importunarles, y a partir de ahora, nos identificamos geográficamente.
Gracias.
Rolando D. Gail

mayo 29, 2010

Responsabilidad social empresaria

En mi primer comentario, me refería a esta cuestión, que tal vez muchos no tengan clara.
Cuando hablamos de RSE, nos referimos a la responsabilidad que le cabe a cualquier empresa, sobre sus posibilidades de interactuar con la sociedad que la cobija, mejorándola, en cualquier aspecto, aún ajeno a los fines objeto de su existencia.
Para ser claro: Un banco tiene, como objeto principal, custodiar el dinero de sus clientes, administrarlo, y brindar créditos basados en el dinero que recibe en custodia. (Y muchas cosas más, pero acepten esta simplificación, por favor).
Pero un banco puede también, por ejemplo, dar cursos de capacitación gratuitos a estudiantes de diversas disciplinas, aprovechando que tiene instalaciones y cuadros formados para brindarlos, que utiliza habitualmente para capacitar a sus empleados.
Si el banco decide hacerlo, está devolviendo a la sociedad una mínima parte de lo que de ella toma, en forma de servicios que no son esenciales para la prosecución de sus fines. Es decir, no tiene "necesidad" de hacerlo para funcionar como Banco, pero igualmente lo hace. Está cumpliendo con una parte de su Responsabilidad Social.
¿Cual es la RSE que les cabe a las empresas de alimentación, en relación con la sociedad que las cobija?
Cualquiera diría que, una buena parte de esa RSE, podría estar en  brindar sus productos sin cargo o a precios muy convenientes a las personas que no tienen los medios para adquirirlos. Sería un error. Esa actitud, que podría ser tildada de generosa, en realidad conspira contra la prosecución de los objetivos primarios de la firma, que es vender sus productos y ganar dinero con ellos. Ningún empresario lo haría de buen grado.
En realidad, las actividades de RSE no deben enfrentarse con los objetivos de la Empresa, sino que deben complementarse, haciendo sentir bien a quienes las llevan a cabo.
Una actividad propia de RSE en una empresa alimentaria, podría pasar por preocuparse y ocuparse en que el packaging de sus productos, provea toda la información necesaria para el universo de sus clientes, en forma clara y bien visible. Limitarse a cumplir con lo que fijan las normas, no forma parte de esta actitud. Como las normas son vagas en muchos aspectos, nos encontramos con que muchas veces los ingredientes de un producto están escritos en caracteres de 1,5 mm de altura, imposibles de leer para el 50% de la gente que hace habitualmente las  compras.
¿Cuantas veces hemos encontrado, con gran trabajo, la tan buscada leyenda "Libre de gluten - Sin T.A.C.C.", en un borde del envase, con color poco destacado y tamaño minúsculo? Ese productor, cumple con la ley. Pero no cumple con la Sociedad que lo cobija.
Un empresario socialmente responsable, se hace cargo de que ese rótulo, que debe estar en lugar destacado, sea bien visible, y se promociona en cada publicidad.
¿Dónde más vemos los celíacos una falta rotunda de RSE?
Diariamente, la encontramos en la mayoría de los productores de alimentos industrializados. Es muy sencillo: La gran mayoría de los productos alimenticios industrializados, son, por su naturaleza, "Libres de gluten".
Pero...  ¿Cuántos son los empresarios que se preocupan por analizar y rotular estos productos, asegurando la calidad de los mismos y abriendo la posibilidad de su consumo a la población celíaca?
Hoy por hoy, en nuestro país, son una escasa, muy escasa minoría.
¿Cuál es la varita mágica que debe tocar a estos señores, para mostrarles cuánto pueden hacer con tan poco?
Basta con la decisión de enfrentar el problema y hacerse cargo.
No estamos, desde este lugar, proponiendo que se hagan grandes inversiones en nuevas fábricas o costosas líneas de producción paralelas a las existentes.
Sólo pensamos que con un mínimo esfuerzo, aquellos empresarios que fabrican productos que son naturalmente libres de gluten, y en cuyos establecimientos no se fabrican productos que pudieran contaminarlos, adopten procedimientos que aseguren las buenas prácticas de manufactura, hagan analizar y certifiquen sus productos.
En términos económicos, la inversión es mínima.
En términos sociales, el retorno es máximo.
Responsabilidad Social Empresaria: Una asignatura pendiente.
Hasta la próxima.
Rolando D. Gail

mayo 28, 2010

A modo de introducción

Después de transitar el espacio común de la enfermedad celíaca por algo más de dos años, me siento en la necesidad de crear este espacio, donde compartir opiniones y abrir el debate sobre algunas cuestiones relacionadas con la E.C., que no se abordan generalmente en otros blogs.
No pienso hablar de recetas ni de medicamentos. No quisiera mencionar, salvo excepcionalmente, lugares donde comer o comprar alimentos aptos.
No quiero recomendar ni que me recomienden médicos, nutricionistas ni instituciones.
Quisiera sí, tener un espacio donde conversar las características de la vida social del celíaco, sus causas y sus consecuencias.
Donde charlar sobre la legislación que garantiza nuestros derechos (no siempre).
Donde hablar de la responsabilidad social que le cabe tanto a empresarios como gobernantes, a instituciones y asociaciones. Y por supuesto, la que nos cabe a nosotros, enfermos celíacos. O personas de condición celíaca, como prefieren decir otros.
Espero poder dar continuidad a esta iniciativa, y que Uds. me ayuden con sus comentarios.
De nada serviría que yo escribiera para mí mismo, aunque pueda ser un ejercicio de esclarecimiento. Los espero. Espero leerlos pronto.
Rolando D. Gail